The Fever
of the World
Deserves Witnesses
Eolo Perfido
Para tomar una buena fotografía, primero debes comprender el contexto, las personas y dónde estás trabajando.
Esta foto fue tomada en Verona, junio de 2020. El encierro se había aliviado debido a una fuerte disminución en los casos de COVID-19 y la gente había comenzado a salir de sus hogares para realizar caminatas locales. Era un día hermoso y estaba en una de las plazas de la ciudad cuando vi a esta pareja reunirse. Al observar la alegría de encontrarse, me di cuenta de que no se habían visto desde hacía algún tiempo, así que continué siguiéndolos con la mirada hasta que se abrazaron. Luego, la mujer se bajó la máscarilla para besar al hombre, y él hizo algo muy único e inesperado: le pegó la máscara a la oreja. Instintivamente me moví hacia ellos y tomé una serie de tres fotogramas, de los cuales este es el mejor. En ese momento, estaba dividido entre la alegría de dar un paseo y el deseo de contar una historia sobre este momento extraordinario. Cuando se trata de fotografía de calle, una buena fotografía es la que nos hace mirar la realidad de una forma completamente inesperada. Puede cambiar la forma en que percibimos una esquina, una sombra, el progreso de una persona o la simple superposición de elementos contrastantes. Esto es lo extraordinario. Y mirar el mundo con otros ojos nos hace crecer.
La fotografía es una de las artes que representa la inefable naturaleza humana.
Eolo Perfido
I was born in Cognac, France, in 1972, but have lived in Rome for over 20 years. When I was younger, I never thought of photography as a profession. In fact, I was not particularly interested in photography because I loved the world of illustration, but, to be honest…
¡No era tan bueno dibujando! Cuando tuve la oportunidad de ver a un fotógrafo trabajando, me fascinó todo el proceso y especialmente las fotos que tomó este fotógrafo. En ese momento, me di cuenta de que la fotografía era una herramienta poderosa, no solo para documentar la realidad, sino también para crear historias personales. Trabajo en muchos campos diferentes de la fotografía; Me ocupo principalmente de retratos, pero también dedico mucho tiempo a la fotografía publicitaria, la fotografía callejera y las bellas artes.
El secreto de la excelencia es la repetición obsesiva.
Hay tres razones principales por las que elijo Leica. La primera es la calidad de imagen: las lentes y los sensores de Leica son de última generación y ofrecen una calidad increíble, incluso en las situaciones más complejas. La segunda razón tiene que ver más con la sensación: las cámaras Leica se sienten naturales, más como una extensión de mí mismo que como una herramienta que estoy usando, y nunca podría trabajar con una cámara que no se sienta bien en mis manos. La tercera razón es lo inmediatos y fáciles de usar que son: quiero tener un control total sobre los tres elementos con los que trabajo: ISO, velocidad de obturación y apertura. Ahora mismo, tengo una Leica SL2, una Leica SL2-S, una Leica Q2 y una Leica M10. La primera Leica que tuve fue una M. Más tarde, comencé a usar la serie Q para mi fotografía callejera y la serie SL para mis trabajos de retrato y comerciales. Ha habido un par de ocasiones en las que casi pierdo una gran toma porque un extraño se me acercó mientras estaba encuadrando y me dijo: "Esa es una Leica, ¿verdad?". Estas cámaras tienen ese efecto; la gente se fija en Leica.