Ópera en el enfoque: La reflexión de una fotógrafa
Esta es una historia de amor con la ópera que duró toda la vida, iniciada en la infancia y consolidada por un encuentro fortuito. Desde los encantadores recuerdos de sus primeras visitas a la ópera hasta el momento en que se le ofrece la oportunidad de fotografiar un prestigioso teatro de ópera, la pasión de Xiomara por este arte se hace patente.
Cada representación de ópera se convierte en una experiencia profundamente personal, como si toda la producción se pusiera en escena exclusivamente para ella. Inspirada por la intimidad y la magia de la ópera, encuentra su propósito en captar su esencia a través de la fotografía. Con cada clic de la cámara, trata de inmortalizar las emociones crudas y la belleza intemporal de la ópera, preservando los momentos fugaces para la posteridad.
En su serie, Xiomara captó a la bailarina de ballet Claudia Czyz y a la cantante de ópera mezzosoprano Maria Radoeva.
"Debe haber una razón por la que durante 200 años la gente se ha reunido en las salas de los teatros de ópera, armada con esos binoculares no sólo para experimentar la magia de la música y las emociones, sino también para acercarse a algo: los gestos apasionados, el anhelo de ver las expresiones faciales, los momentos tiernos entre las notas.
¿Por qué fotografío la ópera? Porque con cada clic intento captar el pulso de estas emociones, encapsuladas en la intemporalidad, para preservar lo vivido y documentarlo no sólo en la memoria, sino en una imagen que perdure".