
Desde hace más de 15 años dirijo Agro-Arterra, empresa dedicada a la producción de árboles y plantas de ornato, y al diseño, implementación y mantenimiento de jardines y espacios exteriores. Mi visión como paisajista siempre ha estado ligada a la sustentabilidad, la biodiversidad y la conexión emocional entre las personas y el entorno natural.
Soy socio fundador de Refugio Salvaje, un centro de conservación que trabaja en la rehabilitación, reproducción y educación ambiental de aves rapaces mexicanas, especialmente del águila real, una especie que representa mucho más que un símbolo nacional: representa la urgencia de conservar lo que aún nos queda.
La fotografía de naturaleza llegó a mi vida como una forma de explorar y compartir esa conexión. A lo largo de más de diez años he recorrido selvas, montañas, océanos y desiertos, buscando capturar la esencia de las especies y los paisajes que nos recuerdan lo sagrado del mundo natural. Mi trabajo fotográfico está profundamente ligado a la etología, la observación y comprensión del comportamiento animal, una práctica que me ha enseñado a mirar con paciencia, respeto y asombro.
Mi verdadera pasión es vivir rodeado de naturaleza, ya sea en mi rancho criando animales y sembrando árboles, buceando en el Mar de Cortés, o documentando la vida salvaje con mi cámara. Todo lo que hago — mis jardines, mis fotografías, mis proyectos de conservación— nace del mismo deseo: explorar para sentir, y sentir para conservar.