La belleza de lo imperfecto
Existe un profundo sentido del equilibrio
Joe Greer
Siempre que nuestra sociedad evoluciona en una dirección, casi con total seguridad surge una tendencia opuesta. En medio de la "era de Instagram", muchos fotógrafos están redescubriendo la sensación única de disparar con una cámara de película.
A diferencia de la búsqueda de gratificación instantánea y la alta velocidad a la que vivimos hoy en día, la fotografía analógica anima a los fotógrafos a tomarse su tiempo. Desde poner el rollo de película en la cámara hasta ver las imágenes finales por primera vez; el fotógrafo analógico se embarca en un viaje empírico. Equipado con su Leica M6, el fotógrafo Joe Greer, afincado en Nueva York, emprendió un viaje a un lugar perdido para encontrar qué es lo que más le gusta de disparar con una cámara de película.
"Soy fotógrafo
de la vida."
La obra fotográfica de Joe no se puede encasillar. Siempre con su Leica M6 a mano, quiere estar listo para poder sacar una foto en cualquier situación que la vida le ponga por delante.
"Mi Leica M6 me hizo echar el freno.“
Tras haber sido un deportista de competición durante la mayor parte de su juventud, la fotografía analógica animó a Joe a tomarse su tiempo. Le enseñó a ver la vida de una forma más sencilla y equilibrada.
"La película tiene
pequeñas imperfecciones,
como la vida misma."
Debido a la naturaleza química de la película, la fotografía analógica tiene una apariencia diferente a la digital. Joe ve esas pequeñas imperfecciones como una parte importante del viaje, que añade además belleza a sus imágenes.
"La fotografía analógica
tiene algo que
la digital no puede dar."
En comparación con la digital, la fotografía analógica ofrece una experiencia más directa y tangible. Joe entiende su auge, sobre todo entre la gente joven, como una consecuencia lógica de nuestro modo de vida digital.