La Ternura de
The World Deserves Witnesses
Gabriele Micalizzi
Búsqueda de la humanidad
Mi principal preocupación es ser testigo de una historia para llegar, a través de mis imágenes, al observador que a menudo está fuera de los hechos y ubicado a miles de kilómetros. Esta foto fue tomada en 2016 en Libia, durante la gran batalla entre las tropas de Misrata y los yihadistas del ISIS en la ciudad de Sirte. Pasé casi cuatro meses con el ejército de Misrata en la primera línea. Dormí, comí y escapé del peligro con ellos.
Durante esta guerra, hubo un gran avance y, para entonces, los yihadistas estaban rodeados por todos los frentes. Cada avance ocupaba una nueva posición, y nos instalábamos en las casas ocupadas por ellos poco antes, a veces llenas de explosivos y trampas. A veces, los juguetes de los niños también eran explosivos y trampas. Un día, mientras caminaba por el campamento, encontré este oso de peluche en un tanque. Obviamente, el contraste era muy fuerte, pero lo que realmente vi fue una búsqueda de humanidad por parte de los soldados, que a menudo la guerra intenta arrebatarte. Ser fotoperiodista es una profesión que también te lleva a reflexionar en tu esfera emocional y personal. Documentar un evento histórico es un trabajo, pero a menudo tomo fotos que solo guardo para mí. Esta es una de ellas.
La fotografía debe atestiguar y no juzgar.
Gabriele Micalizzi
Soy fotoperiodista. Motivado por mi profesor, Alex Majoli, comencé a contar historias que representan realidades incómodas. Empecé a trabajar en noticias de crímenes en Milán, capturando las escenas de noticias en mi scooter y enviándolas al equipo editorial.
En 2008, fundamos un colectivo fotográfico: Cesura. Desde ese día, la fotografía se ha convertido en mi propósito en la vida.
La Ternura de The World Deserves Witnesses
Leica: prácticamente indestructible
Siempre había querido una cámara que fuera prácticamente indestructible. Y Leica siempre ha sido la cámara de los grandes reporteros. Trabajo con una Leica Q2 y una Leica SL2, con el objetivo APO-SUMMICRON de 35 mm. En 2019, en Baghuz, Siria, fui impactado por un cohete RPG. Había esquirlas por todas partes, y recuerdo que toqué mi ojo derecho y mi dedo se hundía dentro de la cavidad. Pensé que había perdido completamente la vista, pero mi cámara Leica, en ese momento de impacto, de alguna manera protegió mis ojos hasta cierto grado.