Videografía

Pocos fotógrafos trabajan hoy en día sin utilizar alguna vez la función de vídeo de una cámara. Ya sea para reportajes, fotografía deportiva o de bodas, las secuencias en movimiento se han convertido ya en costumbre, incluso antes de que las redes sociales empezaran a asaltarnos con sus reels diarios. Las imágenes en movimiento subrayan la autenticidad de una situación. Son capaces de contar una historia completamente distinta a la que cuentan las fotos. Definen la narrativa con mayor claridad, dirigen la mirada y suelen dejar menos margen a la interpretación. Con una foto, el relato se desarrolla más en la mente del espectador; con una película o un vídeo, se desarrolla en la pantalla del espectador.

Las cámaras Leica SL3 y SL2-S, así como la compacta Q3, cuentan con vídeo profesional entre las funciones disponibles. Además de las opciones de tomar fotos y hacer vídeos en alta resolución y con secuencias rápidas, ofrecen códecs modernos, desde el H.265 de alta eficiencia hasta el ProRes de Apple, y varios espacios de color con tablas de consulta (LUT) específicas. También disponen, por supuesto, de conexiones para micrófonos externos y grabadoras de pantalla. Cámaras como la SL3 ofrecen interfaces HDMI y CFexpress estándar para satisfacer las necesidades profesionales. Además, estas cámaras se integran perfectamente en los ecosistemas de vídeo típicos. Todas las cámaras ofrecen una interfaz de usuario que se adapta a las necesidades individuales y está dividida claramente en funciones de fotografía y de vídeo para garantizar un flujo de trabajo fluido en el set.