50 años del 'Gigante de la Luz'
Desde que apareció por primera vez en el mercado en 1966, el Leica Noctilux-M siempre se ha considerado una obra maestra de la ingeniería óptica que aporta a los fotógrafos una enorme libertad creativa. Es el objetivo asférico más rápido del mundo para fotografía de 35 mm y, cuando se dispara con poca luz, revela detalles finos que apenas son perceptibles a simple vista.
Las imágenes tomadas con un Noctilux-M se caracterizan por el inconfundible bokeh del objetivo y una calidad visual que roza el impresionismo. Es una herramienta fascinante con la que fotógrafos de todos los rincones del mundo dominan los retos visuales y artísticos. Este objetivo les ha servido para contarnos historias fascinantes de los lados más oscuros y más claros de la vida. El carácter de las imágenes captadas con el Noctilux sigue siendo inigualable hoy en día.
Rapidez única: profundidades de enfoque inconfundibles
El Noctilux-M se caracteriza por su interpretación única de los contrastes, lo que se traduce en imágenes con un brillo y una nitidez extraordinarios y unos efectos de coma y destello mínimos cuando se dispara a máxima abertura. Una farola de noche, las luces traseras de un vehículo, la cara de un niño a la luz de las velas o un actor o cantante iluminado en el escenario aparecen con una claridad auténtica y natural en todas las imágenes. Se aprecian sutiles matices de color y finísimas texturas. Estas imágenes irradian cierta delicadeza y sensualidad.
Además, un Noctilux-M permite una composición creativa con el diafragma, el aislamiento plástico, aparentemente tridimensional, del sujeto que lo deja flotar sobre un fondo cremosamente disuelto. Ningún otro objetivo consigue un bokeh tan perfecto. Un aspecto que para muchos fotógrafos es mucho más importante que trabajar con el Noctilux-M «sólo» con luz disponible escasa o apenas perceptible.
NOMEN EST OMEN: EL NOMBRE NOCTILUX DERIVA DE DOS PALABRAS LATINAS, NOCTIS Y LUX - NOCHE Y LUZ.
Leica Noctilux 50 mm f/1.2
El Noctilux asombró a los visitantes de la feria y a la prensa del sector con sus propiedades ópticas revolucionarias. Para la época, ofrecía una abertura máxima sencillamente gigantesca, pero no sólo eso, también era una abertura máxima que ofrecía un rendimiento óptico excepcional.
También era destacable el hecho de que se trataba del primer objetivo fabricado en serie que presentaba dos superficies de lente asférica. Una de estas dos lentes asféricas estaba fabricada con un cristal especial de alto índice de refracción. La función de las lentes asféricas era reducir la aberración esférica a máxima abertura y aumentar la calidad del campo de imagen.
En aquella época, la fabricación de lentes asféricas era un proceso especialmente complejo y costoso. Incluso las nuevas máquinas más innovadoras de rectificado de lentes no eran una alternativa a los experimentados ingenieros ópticos de precisión que daban a cada elemento su pulido final completamente a mano. Aun así, estos especialistas eran incapaces de minimizar aún más las grandes tolerancias en la fase final de su producción. A menudo, un elemento tenía que volver a pasar por todas las fases del proceso de pulido. Un método extremadamente costoso que necesitaba mejoras urgentes.
Al mismo tiempo, también había que desarrollar nuevos métodos de ensayo para garantizar la precisión técnicamente casi utópica exigida para las superficies asféricas de los elementos requeridos.
1976: La siguiente generación que apareció en el mercado incluía vidrios especiales con un alto índice de refracción.
Leica Noctilux-M 50 mm f/1
Los diseñadores de objetivos de Leitz habían trabajado a marchas forzadas para conseguir el objetivo de alto rendimiento definitivo con una abertura máxima ideal de f/1. Uno de sus objetivos era utilizar únicamente elementos de lente esférica en su construcción para evitar los costes casi prohibitivos de producir lentes asféricas.
Ambos objetivos se cumplieron con éxito en el nuevo Noctilux-M 50 mm f/1. Los cristales utilizados en la construcción de este objetivo tenían un índice de refracción excepcionalmente alto que contribuyó tanto a su impresionante rendimiento de imagen como al aspecto extremadamente natural de las imágenes capturadas con el objetivo. El Noctilux podía utilizarse con el diafragma totalmente abierto, mientras que los objetivos de la competencia se veían obligados a reducir el diafragma. Igualmente impresionante fue su ausencia de efectos de luz parásita: a diferencia de otros objetivos que mostraban reflejos poco naturales, las exposiciones realizadas con el Noctilux eran naturales y carecían por completo de destellos.
Como objetivo para fotografía con luz disponible, el Noctilux cumplía incluso las expectativas más exigentes, aunque en otros aspectos hubiera que hacer algunas pequeñas concesiones. Pero cualquiera que viera cómo penetraba en las sombras, su ausencia de reflejos y coma, la plasticidad con la que resolvía incluso los detalles más sutiles y la nitidez y delicadeza con la que se matizaban los colores, llegaba a una conclusión inevitable: el Noctilux 50 mm f/1 era la única opción entre los objetivos de alta velocidad.
2008: El objetivo Noctilux vuelve a revolucionar.
Leica Noctilux-M 50 mm f/0.95 ASPH.
Más de 30 años después, en photokina 2008, Leica presentó el nuevo producto estrella de la familia Noctilux: Leica Noctilux-M 50 mm f/0,95 ASPH. Redefinió los límites de lo físicamente posible y catapultó la experimentación potencial con planos de enfoque a una dimensión totalmente nueva.
Para lograrlo, se combinaron los últimos avances tecnológicos con los muchos años de experiencia acumulada en el diseño y la construcción de sus dos predecesores. En consecuencia, el nuevo Noctilux debe su excepcional rendimiento de imagen a una combinación de tipos de cristal especialmente formulados con dispersión parcial anómala, cristales con altos índices de refracción, un elemento flotante y dos lentes asféricas esmeriladas y pulidas. Estas últimas se fabrican lente por lente con una calidad siempre perfecta. Aunque la producción de lentes asféricas sigue siendo un proceso extremadamente complejo, hoy en día es mucho más eficiente y, a su vez, más práctico que en los tiempos de la primera generación de Noctilux de 1966.
Los fotógrafos pueden volver a confiar plenamente en la promesa hecha por el primer objetivo Noctilux y todos los siguientes: la abertura máxima es al mismo tiempo una abertura de trabajo. En otras palabras, no es necesario reducir el diafragma para conseguir un mejor rendimiento de imagen. La profundidad de enfoque extremadamente baja al disparar con el diafragma abierto es una característica del objetivo que puede utilizarse conscientemente como herramienta creativa.
El inigualable valor de la compatibilidad entre sistemas
El Noctilux - compatible con las cámaras M y SL.
Aunque están concebidos principalmente para su uso con cámaras M, un adaptador adecuado también permite utilizar los objetivos Noctilux con cámaras SL y conservar todas sus funciones originales. De este modo, los fotógrafos pueden experimentar el placer de tener aún más oportunidades de utilizar uno de los mejores objetivos del mundo. La codificación de 6 bits del adaptador conserva todas las funciones, como la medición de la exposición, la exposición automática con prioridad al diafragma y el ajuste manual.
