La Leica Q es la cámara perfecta para mí
"Me di cuenta de que era fotógrafo cuando tenía 40 años"
Me llamo Víctor M. Pérez. Nací en Madrid y vivo en Doha, Qatar, desde el año 2021. Trabajo con clientes del sector energético como socio de una empresa internacional de servicios. La fotografía juega un papel importante en mi vida. Forma parte de mi vida todos los días.
Aunque siempre me ha gustado la fotografía, no me di cuenta de que era fotógrafo hasta los 40 años. Desde entonces, me tomo en serio mi vocación e intento mantener los valores que me enseñaron mis mentores de fotografía.
Pequeña bolsa, gran alcance
Ya sea por negocios o por placer, siempre viajo ligero en los viajes cortos. Como normalmente solo dispongo de unas pocas horas para fotografiar cuando viajo, solo llevo mi Leica Q2, una batería adicional, unas cuantas tarjetas SD, un sombrero para el sol y una botella de agua.
La historia detrás de la imagen
Esta foto fue tomada en el viaje inaugural de mi Leica Q. No es mi primera imagen exitosa, pero sí la primera tomada con una Leica. Es subjetiva y sencilla, pero muy expresiva. La foto me enseñó cómo las situaciones cotidianas y los pequeños gestos pueden realzarse fácilmente con el color. Para representar tipos. Por ejemplo, en esta imagen, de una cabeza que explota.
Mi estilo
La mejor técnica es entrenar tu ojo fotográfico y comprender tu punto de vista único. Eso se consigue con mentores, pero sobre todo practicando en la carretera. Hago fotografías con cualquier tiempo y a cualquier hora, pero prefiero fotografiar a la hora dorada y a la hora azul. Me detengo en lugares expresivos y busco los pequeños momentos que suceden constantemente en todas partes.
Mi cámara
En 2015, la Leica Q era justo la cámara que necesitaba para aprender el oficio y las posibilidades de la fotografía manual a mi propio ritmo. Y con ella, las legendarias características de la serie M. Hoy en día, fotografío tanto con la Leica M10-P como con la Leica Q2.
Mi sensación Leica
Leica me fascina por tres motivos. En primer lugar, las personas que pertenecen a la familia Leica y representan valores como la unión. En segundo lugar, las extraordinarias cámaras, sus resultados y el proceso individual al tomar fotografías. Y, por último, pero no menos importante, el hecho de que las personas son siempre el centro de atención en Leica.