Man with a book in his mouth

The Curiosity of the World Deserves Witnesses

Jeff Mermelstein

Nueva York como tema central

«La foto fue tomada en la esquina de la 79 y Amsterdam Avenue en Nueva York en 1993. Me dirigía a mi casa, que estaba al otro lado de la calle. Mientras esperaba a que el semáforo se pusiera en verde, mi mirada se desvió hacia un lado. Había un hombre que sostenía un libro de un grosor sorprendente entre los dientes. Era una imagen tan grotesca que despertó inmediatamente al fotógrafo que llevaba dentro. Sin dudarlo, cogí mi Leica M6 y capturé el momento en una película negativa en color. Unos instantes después, el semáforo se puso en verde y el momento se esfumó».

“De adolescente, me enamoré de la fotografía.”

«Nací en 1957 en New Brunswick, Nueva Jersey. Mi hermano me regaló mi primera cámara telemétrica por mi bar mitzvah, y ese regalo que cambiaría mi vida. Con tan solo 13 años, la fotografía se convirtió en mi gran pasión. Durante mi adolescencia, monté mi propio cuarto oscuro y yo mismo revelaba mis carretes. Ahí pasé gran parte de mi juventud. Con veintitantos años, tuve en mis manos mi primera Leica M6. Desde entonces, la marca es una fiel compañera de mi trabajo. Mi primer libro, Sidewalk, fue patrocinado por Leica y recibió el «European Publishers Award for Photography» (premio de editores europeos de fotografía) en 1999.»

Men with a book in his mouth

“Lo que me atrae es el mundo real: historias reales de personas reales.”

Ya hace tiempo que Jeff Mermelstein es uno de los grandes representantes de la fotografía callejera estadounidense. Prefiere trabajar en color. Encuentra sus siempre sorprendentes temas en la vida cotidiana de las dinámicas calles de Nueva York. Su mirada siempre está atenta, en busca de lo inesperado. El próximo momento surrealista podría estar a la vuelta de la esquina. Con su inmensa experiencia, su mente abierta y su insaciable curiosidad, no solo retrata lo visible, sino que también captura las historias invisibles que pueden esconderse en cualquier momento fugaz y en cada gesto espontáneo. ¡Seamos testigos de su curiosidad!