Teenage girl with chewing gum bubble

En diálogo: Sara Messinger y Bruce Davidson

Con motivo del centenario de Leica, Sara Messinger entabla un diálogo fotográfico con el fotógrafo documental estadounidense Bruce Davidson. Las obras de ambos se podrán ver a partir del 20 de mayo en la Galería Leica de Nueva York.

Las galerías Leica continúan su serie dedicada al centenario de la Leica I con otro fascinante encuentro comparativo: En la Galería de Nueva York convergen los mundos fotográficos de Bruce Davidson y Sara Messinger. Davidson es conocido por sus perspectivas humanistas, sobre todo en blanco y negro, mientras que Messinger lo es por sus retratos nostálgicos y contemporáneos en color. Con su serie Shadow of a Teenage Daydream (Sombra de un ensueño adolescente), producida en 2022, Messinger consigue principalmente sensibilizar sobre las realidades existenciales de los jóvenes.

Portrait of Sara Messinger und Bruce Davidson

100 Años de fotografía de Leica: ¿qué piensas al respecto? 
Es un honor para mí formar parte de la celebración del centenario de la fotografía Leica. Ya antes de dedicarme profesionalmente a la fotografía, sentía una gran fascinación por su historia. Este interés me animó a probar mi primera Leica. Quería crear obras que entablaran un diálogo con la tradición de Leica. Me enamoré de la Leica al instante. Mi visión de la fotografía cambió por completo. Sentía que formaba parte de algo grande.

¿Cómo ha influido el trabajo de los ganadores del Salón de la Fama Leica (Leica Hall of Fame - LHOF) en tu trabajo?
Las obras de los ganadores del LHOF fueron una de mis primeras fuentes de inspiración en la fotografía. Fueron algunos de los primeros nombres con los que me topé a medida que iba descubriendo cada vez más este medio. Su curiosidad fue una fuente de inspiración para mí y, en poco tiempo, mi vida se centró por completo en la fotografía. De repente, mi lado tímido se abrió y empecé a explorar el mundo que me rodeaba con mi cámara. Ya no tenía miedo de hablar e interactuar con el mundo, y eso es gracias a mis héroes personales del LHOF.

©Sara Messinger

Teenager girl with a cigarette

¿Cuál es el tema de las fotos presentadas en la exposición?
Las fotos expuestas son parte de una serie en la que llevo cuatro años documentando la vida de un grupo de adolescentes en Nueva York. En ese tiempo, he tenido el privilegio y el honor de ver la transición de estos jóvenes a la edad adulta. Me convertí en parte de su mundo y me integré perfectamente en el grupo, hasta el punto de que se convirtieron en algunos de mis mejores amigos. Estas fotografías no solo muestran su proceso de autodescubrimiento, sino que también reflejan el mío. De joven, era terriblemente tímida, y este grupo me ha permitido, en cierto modo, vivir una segunda juventud. Esta gente ha cambiado mi vida para siempre, y estoy muy agradecida de poder llamarlos amigos.

¿Qué cámara utilizaste para fotografiar y por qué?
Tomé la mayoría de las fotos con mi Leica M4-P o M6. Estas cámaras me han permitido trabajar con rapidez y discreción. Desde el primer momento me sentí muy cómoda con ellas y me permitieron trabajar instintivamente. Las cámaras eran sencillas, y eso era justo lo que me encantaba de ellas.

¿De dónde sacas la inspiración?
Para mí, mirar atrás es clave. Gran parte de mi inspiración viene de la historia de la fotografía y no tanto de las tendencias actuales, que a veces parecen sobresaturadas en la era digital. Los libros de fotos son mi principal fuente de inspiración. Me inspiran especialmente las mujeres fotógrafas: Diane Arbus, Rosalind Fox Solomon, Consuelo Kanaga y Mary Ellen Mark, entre otras muchas. Sus perspectivas, su honestidad y su valentía a la hora de explorar la existencia humana siguen siendo un referente en mi trabajo.

Las exposiciones giran en torno a un diálogo visual entre dos generaciones. ¿Cómo te planteaste este tema?
La idea de combinar la serie Brooklyn Gang, de Bruce Davidson, con mis fotos de adolescentes neoyorquinos fue del comisario Michael Foley. Me pareció un concepto superinteresante, ya que Bruce Davidson ha sido una gran inspiración para mí durante toda mi carrera. Ambos trabajos se desarrollaron aquí, en Nueva York, y reflejan no solo nuestra relación con nuestros sujetos fotográficos, sino también nuestra amistad recíproca con ellos. Los paralelismos en la forma en que abordamos la diferencia de edad entre nosotros y nuestros protagonistas constituyeron una base sólida para este diálogo. Al mismo tiempo, las diferencias temporales y contextuales entre nuestros trabajos aportan el interesante matiz de cómo han evolucionado tanto la ciudad como su gente joven a lo largo de los años.

¿Cuáles son las similitudes o diferencias que se aprecian en este diálogo?
Cuando hablamos de fotografía, no creo que haya ningún tema tabú. No importa cuántas veces se haya fotografiado ya. La época y el contexto cambian continuamente, y eso hace que los temas recurrentes sigan siendo interesantes. Ver ciertos aspectos a través de los ojos de otro fotógrafo es una experiencia muy especial, un recordatorio de que todos vivimos en nuestro propio mundo, moldeado por nuestras experiencias y nuestro bagaje único. El mundo individual que cada fotógrafo crea con sus imágenes siempre es diferente.

En tu opinión, ¿cómo ha cambiado la fotografía en las últimas décadas?
Ha habido un alejamiento notable de la fotografía documental tradicional. Muchos de los trabajos actuales priorizan la estética y la perfección frente a la realidad cruda y sin filtros. El deseo de satisfacción inmediata en la era digital ha influido en este cambio, así como el menor apoyo que reciben las historias documentales más largas en revistas u otras publicaciones. Veo un peligro en este alejamiento de la fotografía impulsada por la curiosidad. La tendencia parece inclinarse hacia la fotografía conceptual y escenificada, lo personal frente a lo desconocido. No estoy de acuerdo con muchas de las opiniones actuales. Creo que un buen fotógrafo con buenas intenciones puede fotografiar cualquier cosa: basta con tener curiosidad. La curiosidad es la clave de la fotografía. Debemos considerar la cámara como lo que siempre ha sido: ¡una herramienta para descubrir, conectar y aprender!

©Sara Messinger

2 young girls doing each other's make-up
Sara Messinger

Sara Messinger

Nació en 1998 en un suburbio de Filadelfia, comenzó sus estudios de fotografía en la Gallatin School of Individualized Study de la Universidad de Nueva York, donde obtuvo una licenciatura en Bellas Artes. Desde entonces trabaja como fotógrafa documental en proyectos a largo plazo centrados en el género, la identidad y las subculturas. En 2021 fue seleccionada por la revista New York Times Magazine para documentar el "despertar" de Nueva York tras un año de estrictos confinamientos por la pandemia de COVID-19. Vive en Nueva York.

¿Qué oportunidades y retos ves para el futuro de la fotografía?
Uno de los mayores retos que veo es la presión por trabajar rápido y compartir el trabajo antes de tiempo. Las redes sociales y la era digital han aumentado el deseo de satisfacción inmediata, lo que pone en riesgo uno de los mayores cánones de la fotografía: la paciencia. En la era de las redes sociales, debemos tener cuidado con este deseo y no precipitarnos al hacer nuestro trabajo. Yo misma he sido víctima de esto, sobre todo al principio de mi carrera como fotógrafa. Creo que es muy importante conservar el trabajo el mayor tiempo posible para que tu propia voz y visión puedan desarrollarse sin la influencia de los demás. Es muy fácil ver a qué se dedican todos los que nos rodean. Hay que tener siempre mucho cuidado con las tendencias.

¿Qué papel desempeñan las galerías en la era de los medios digitales, especialmente para tu trabajo?
El papel de las galerías es fundamental hoy en día. En este momento estamos rodeados de más fotografías que nunca, gracias a Internet. En el panorama digital actual, una galería puede ayudar a destacar y contextualizar determinadas obras contemporáneas, ya que crea un espacio para que la obra pueda existir y no se pierda en el torrente de imágenes. Es importante que sigan existiendo galerías dedicadas a la artesanía y la historia del medio para celebrar la fotografía como objeto.

Photographer Bruce Davidson

Bruce Davidson 

Nació el 5 de septiembre de 1933 en Illinois, empezó a hacer fotos cuando tenía diez años. En su último año de preparatoria ganó el premio Kodak National High School Photographic Award en la categoría "Fotografía animal". Entre 1951 y 1954 estudió en el Instituto de Tecnología de Rochester y trabajó como técnico de laboratorio en Eastman Kodak. En 1955 estudió en la Escuela de Diseño de la Universidad de Yale con Josef Albers y Alexei Brodowitsch, entre otros. Su trabajo final fue también su primera publicación en la revista Life. Davidson se convirtió en miembro pleno de Magnum en 1959. Poco después pasó una temporada en Gran Bretaña. Su mayor interés era el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. A partir de 1966 empieza su proyecto a largo plazo East 100th Street. En 1980 publica el reconocido ensayo en color sobre el metro de Nueva York. Múltiples galardones y exposiciones. Vive en Nueva York.