Centrarse en la narración en lugar de lograr la perfección
Narración atemporal a través del lenguaje visual
Descubre las calles de Roma con Anna Landstedt mientras recorre la ciudad con su Leica Q3 43, fotografiando los momentos que aparecen ante su objetivo. Mezcla de siglos de antigüedad y de modernidad, la ciudad es el lienzo perfecto para el estilo característico de Anna: color, detalles llamativos y explorar lugares atemporales que evocan la sensación de un verano interminable. Al ser CODA (hija oyente de padres sordos), el lenguaje visual ejerció una gran influencia en Anna desde muy pequeña y la fotografía se ha convertido en una extensión de su lenguaje visual personal. Combinada con ilustraciones y otros medios mixtos, la fotografía de Anna ofrece una ventana a su imaginación: cada disparo del obturador crea una nueva perspectiva de su entorno, ralentizando el tiempo con su sujeto antes de que transcurra el momento.
Para mí, la fotografía es una forma de comunicar más allá de las palabras. Es una forma de plasmar recuerdos y experiencias sensoriales en un lenguaje visual. A través de mi objetivo, instintivamente trato de capturar la alegría de los momentos fugaces: no se trata de crear la foto perfecta, sino de capturar y preservar un sentimiento o una emoción. Lo que se siente, más que lo que se ve.
Anna Landstedt
Sobre Anna
Anna Landstedt es una fotógrafa y creadora visual sueca establecida en Copenhague (Dinamarca). Le apasiona retratar momentos de la vida a través de su objetivo, por lo que su estilo fotográfico puede describirse como una mezcla de tomas espontáneas y estudiadas con un toque de arte cinematográfico. Uno de los rasgos distintivos de la fotografía de Landstedt es la capacidad de evocar nostalgia en sus espectadores. Al dotar a sus imágenes de una cualidad onírica y una profunda empatía con sus sujetos y su entorno, pretende transportar a los espectadores a la estética de un verano interminable. Gracias a la combinación de la fotografía con otros medios digitales mixtos, como el diseño gráfico y las ilustraciones a mano, es capaz de seleccionar y crear una amplia gama de proyectos a medida y personales.
Combinar foto e ilustración
Las ilustraciones o «doodles» (garabatos) fueron algunas de las primeras iniciativas creativas de Anna durante su adolescencia, y son algo a lo que recurre una y otra vez. Al no tratarse de un formato típico que se combine con la fotografía, los dibujos y el trabajo con medios mixtos de Anna añaden otro plano a su proceso creativo, permitiéndole seleccionar y superponer momentos que ha capturado con los recuerdos personales de un lugar, una época o un sentimiento. A Anna le gusta añadir un sentido de diversión a las escenas que fotografía, y la mezcla de ilustraciones e imágenes le permite reflejar su experiencia en momentos tranquilos, lejos de las distracciones de la vida cotidiana.
La Q3 43 ha demostrado ser la compañera perfecta para mi estilo de fotografía. Es bastante compacta e intuitiva, lo que me permite ser espontánea y centrarme en momentos auténticos y no planificados. La distancia focal es versátil, con la cercanía suficiente para retratos íntimos o detalles, pero con la amplitud necesaria para captar el contexto completo, lo que me ayuda a encuadrar y combinar escenas en una historia completa.
Anna Landstedt
Capturar momentos con instinto y luz
Cuando fotografío, me centro en captar sentimientos en lugar de insistir en la precisión técnica. Mantenerme dentro de un rango de f/2,8-f5,6 me proporciona un equilibrio general entre nitidez y profundidad.
Prefiero la luz natural y tiendo a subexponer ligeramente para preservar los elementos más claros, ya que a menudo fotografío en situaciones luminosas a cualquier hora del día: encontraré la luz que se adapte a la sensación y a la historia que quiero contar.
Al llevar un equipo ligero y tener siempre la cámara conmigo cuando viajo, he aprendido a confiar en mis instintos y a permitir que las imperfecciones añadan autenticidad a la narración.
Mi flujo de trabajo comienza con el cribado por emoción; si una imagen no me hace sentir algo, la dejo fuera. Al editar las fotos, las retoco y modifico para que coincidan con la experiencia que tuve al hacerlas: utilizo un único preajuste de base para mantener la coherencia en una serie de fotos, pero añado algunas imágenes destacadas en las que hago variar los colores, añado ilustraciones o recorto de forma inesperada para añadir otro plano a la historia.
La foto perfecta no existe. Son los recuerdos desbloqueados y los sentimientos que provoca los que la hacen extraordinaria.
Anna Landstedt