
Cámaras térmicas Leica.
Cómo se crea la imagen por la noche.
Todo cuerpo emite permanentemente radiación electromagnética: radiación reflejada de fuentes luminosas y radiación térmica. Sin embargo, nuestro ojo sólo puede procesar la radiación reflejada, y únicamente en la gama de la luz visible. Una gran parte de la radiación reflejada en la gama ultravioleta e infrarroja no puede ser percibida por el ojo humano. Las ópticas de caza clásicas, como los prismáticos y los visores, están optimizadas para transmitir la luz visible con la menor pérdida posible. El material de lente predestinado para ello es el vidrio, ya que transmite bastante más del 90 % del espectro visible.
Por la noche, sólo se dispone de fuentes de luz muy débiles, por lo que el entorno apenas refleja luz. El ojo llega a su límite, debido al espectro de la luz visible, y ya no es posible una visión detallada.